“As bestas”: del drama rural al thriller

(Rodrigo Sorogoyen, 2022)


Desde hace más de un siglo, el drama rural tiene una honda raíz en la cultura española,
lo vemos en la literatura (La Dolores, Terra Baixa, Señora ama, La malquerida, Cañas
y barro, Los gozos y las sombras, La familia de Pascual Duarte…), el teatro (La casa de
Bernarda Alba, Bodas de sangre, El embrujado, Divinas palabras…) o la zarzuela (La
alegría de la huerta, la del soto del parral, La rosa del azafrán… ). No es ajeno el
séptimo arte: una buena parte de los títulos más significativos del cine español están
emparentados con este género: Viridiana, Los santos inocentes, El espíritu de la
colmena, Furtivos, Habla mudita, Amanece que no es poco, El sur, Volver, La lengua
de las mariposas, El bosque animado, El extraño viaje, O que arde, El olivo, Alcarrás…,
si bien puede decirse que en la gran mayoría de los casos las historias fueron tomadas a
préstamo de la propia realidad: historias nacidas o inspiradas en sucesos oscuros de la
España Negra, con sus variantes regionales, geográficas y paisajísticas pero forjadas en
unas mismas señas de identidad. Las grandes pasiones humanas (los conflictos
primarios del ser humano) llevados al límite de la violencia y la sangre y a lugares
recónditos, más conectados con la impunidad, los anacronismos y el aislamiento, que
con la civilización o la cultura, si por tal entendemos el cultivo de la dimensión espiritual
del hombre.

Un artículo de Federico García Serrano

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