(The Old Oak, 2023, de Ken Loach, con guion de Paul Laverty)
La crítica ha sido, por lo general, bastante dura con la, quizás, última película del cineasta británico Ken Loach y su guionista habitual, Paul Laverty. Su cine ha hecho siempre justicia al calificativo de “cine social”, pues nunca se apartó de estas nobles intenciones y la historia siempre le recordará como un artista comprometido con las causas de las clases obreras y los desfavorecidos. El viejo roble también lo es, la película responde a los intereses que marcan las directrices del cine de Loach a lo largo de una dilatada carrera; aunque tal vez lo que ha cambiado no sea Ken Loach que siempre busca hacer un cine de carne y hueso, identificable en sus posiciones críticas, sino los tiempos, las sensibilidades y los públicos, que recelan de los con tenidos dogmáticos y la instrumentación de la sensibilidad en beneficio de la sensiblería.
Federico García Serrano