Una vez más, San Sebastián ha mostrado su liderazgo, su presencia internacional y su influencia sobre las tendencias que marcan la nueva cinematografía. Una excelente selección de películas, criticada por algunos como no podría ser de otra manera (esto es común a todos los grandes certámenes internacionales, siempre en el punto de mira de quienes pretenden situar su propia especialización por encima de la de quienes hacen la compleja labor de programación en los certámenes) A partir de un cierto nivel, nada que decir sobre las opiniones personales, cada cual se acredita y se define por sus propias palabras. Pero sus 66 años de trayectoria tienen su peso específico y son el mejor aval de un festival que goza de buena salud y sigue siendo la más sugerente cita anual para aproximarnos “al cine que nos viene”.
