Siete días en la vida rutinaria de un joven conductor de autobuses que escribe poemas, al modo de William Carl Williams. Paterson es feliz a su manera, en su pequeño mundo doméstico, junto a la esposa que le ama y le admira, la amorosa Laura, que pasa sus días pintando cortinas, haciendo plum-cakes y soñando con aprender a tocar la guitarra…