cine por la paz

   Un cine para la reflexión

Como testigo de la evolución social del siglo XX el cine contribuyó a dejar constancia de todos los grandes conflictos bélicos, llegando a constituir un género que tendía a recrear las grandes hazañas militares y a identificar como héroes cinematográficos a los héroes de las guerras, las históricas y las contemporáneas. Pero en paralelo el cine también fue manifestando y exponiendo en imágenes el rechazo a la guerra: un cine que denunciaba la injusticia y tomaba posición en defensa los derechos humanos, con grandes referentes que nos han permitido hablar de un cine antimilitarista, antibelicista, un cine para condenar la violencia y mover a la reflexión.

  

Un cine que se fue forjando en torno a títulos que, al principio de forma parcial, manifestaban este rechazo con alegatos más o menos explícitos en favor de los derechos humanos (Civilización, Thomas H. Ince, 1916; Intolerancia, Griffith, 1916; Yo acuso, Abel Gance, 1919 y 1938; El gran dictador, Charles Chaplin, 1940); o mostrando aspectos de la vida en el frente de batalla que ponían de manifiesto los absurdos de la guerra (El gran desfile, King Vidor, 1925; El precio de la gloria, Raoul Walsh, 1926 y John Ford, 1952; Sin novedad en el frente, Lewis Milestome, 1930; Cuatro de infantería, Georges Pabst (1930).

    

En otras ocasiones, con películas que mostraban repercusiones sociales de los conflictos (El séptimo cielo, Frank Borgaze, 1927 y Henry King, 1937; Cuatro hijos, John Ford, 1928; La tierra de nadie, Victor Trivas, 1931; Remordimientos, Ernst Lubitsch, 1932; La gran ilusión, Jean Renoir, 1937; Tiempo de amar, tiempo de morir, Douglas Sirk, 1958). Hasta que aparecen los primeros referentes de un cine abiertamente antibelicista: Senderos de gloria, 1957; Hiroshima mon amour, Alain Resnais, 1959; Rey y patria, Joseph Losey, 1964; Hombres contra la guerra, Francesco Rosi, 1970; Johnny cogió su fusil, Dalton Trumbo, 1971…

Hoy podemos debatir, estudiar, analizar todos los grandes conflictos bélicos contemporáneos a través de la imagen que sobre ellos ha dado el cine: las dos grandes guerras mundiales, la guerra civil española, la llamada guerra fría, Corea, Vietnan, Palestina, Afganistán, Bosnia, Iraq, las guerras del Golfo, los conflictos en África y América Latina… También las cicatrices históricas que están en el origen de todos los conflictos. Pero también podemos analizar los efectos colaterales, como el drama de los refugiados o  las secuelas de la guerra durante generaciones sucesivas… El cine por la paz podría tal vez convertirse en un género necesario, un contrapeso para el consolidado cine bélico. O al menos que nos obliga a salvaguardar la memoria de aquellas películas que de una u otra forma han contribuido a trabajar por la defensa de la dignidad y los derechos humanos.

Por eso es que siempre es oportuno realizar un repaso histórico, una reflexión y un análisis de estas películas que nos ayudan a buscar respuestas a preguntas como ¿Qué ha hecho el cine por la paz y la defensa de los derechos humanos?, ¿Cómo ha reflejado el cine los grandes conflictos contemporáneos? ¿Qué mensajes pacifistas pueden extraerse de los grandes títulos del llamado cine bélico? ¿Cuáles son los grandes referentes de un cine declaradamente antibelicista? ¿Cómo puede el cine contribuir a hacer pedagogía en favor de la paz? ¿Es, ha sido, o puede ser el cine un instrumento para la paz?

Grandes títulos de la Historia del cine nos ayudan a hacer pedagogía sobre los derechos humanos, que podría contribuir a reflexionar sobre lo que el cine puede hacer en el trabajo por la paz…

Algunos ejemplos clásicos:

Sin novedad en el frente (Lewis Milestone, 1930), Remordimiento (Ernst Lubitchs, 1932), El gran dictador (Charles Chaplin, 1940), Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini, 1945), El filo de la navaja ( Edmund Goulding, 1947), De hombre a hombres (Christian-Jaque, 1948), Los olvidados (Luis Buñuel, 1950), Juegos prohibidos (René Clément, 1952), La gran prueba (William Wyler, 1956), Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957), Tiempo de amar, tiempo de morir (Douglas Sirk, 1958), Hirosima mon amour (Alain Resnais, 1959), La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962), Teléfono rojo ¿volamos hacia Moscú? (Stanley Kubrick, 1964), La gran juerga (Gerard Outy, 1996), Paseo por el amor y la muerte (John Huston, 1969), Soldado azul (Ralph Nelson, 1970), M.A.S.H (Robert Altman, 1970), La confesión (Costa Gabras, 1970),  ¿Dónde está el frente? (Jerry Lewis, 1970), Paisaje después de la batalla (Andrzej Wajda, 1970), Johnny cogió su fusil (Dalton Trumbo, 1971), Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973), El cazador (Michael Cimino, 1978), El regreso (Hal Ashby, 1978), Apocalipse Now (Francis Ford Coppola, 1979), Hair (Milos Forman, 1979), La vida de Brian (Terry Jones, 1979), Gallipolli (Peter Weir, 1981), El submarino (Wolfgang Petersen, 1981), Gandhi (Richard Attenborough, 1983), Los gritos del silencio (Roland Joffé, 1984),  La vaquilla (Luis García Berlanga, 1985), Masacre: ven y mira (Elem Klimov, 1985), Cuando el viento sopla (Jimmy T. Murakami, 1986), Platoon (Oliver Stone, 1986), Good morning, Vietnan (Barry Levinson, 1987), La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987), No matarás (Krzysztof Kieslowski, 1987), La tumba de las luciérnagas (Isao Takahaka, 1988), La delgada línea roja (Terrence Malick, 1988), La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1988), Nacido el 4 de julio (Oliver Stone, 1989), Mediterráneo (Gabriele Salvatores, 1991), La lista Schlinder (Steven Spielberg, 1993), Antes de la lluvia (Milcho Manchevski, 1994), Underground (Emir Kusturica, 1995), La vida es bella (Roberto Benigni, 1997), La delgada línea roja (Terrence Malik, 1998), La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999).

En el cine del siglo XXI se han multiplicado los films y documentales que nos sirven para la reflexión sobre la paz, y el respeto a los derechos humanos. Señalamos sólo algunos títulos imprescindibles: La zona gris (Tim Blake Nelson, 2001), En tierra de nadie (Danis Tanovic, 2001), Los jardines de la memoria (Jean Becker, 2003), Paradise now (Hany Abu-Assad, 2005), Feliz Navidad (Christian Carion, 2005), Zozo (Josef Fares, 2005), Banderas de nuestros padres (Clint Eastwood, 2006), Cartas desde Iwo Jima (Clint Eastwood, 2006), El libro negro (Paul Verhoeven, 2006), Katyn (Andrzej Wajda, 2007), Vals con Bashir (Ari Folman, 2008), La Buena nueva (Helena Taberna, 2008), Tunnel Rats (Uwe Boll, 2008), Winter in Wartime (Martin Koolhoven, 2008), Ciudad de vida y muerte (Lu Chuan, 2009), Tiagre (Danis Tanovic, 2009), En la niebla (Sergei Loznitsa, 2012), Mandarinas (Zaza Urushadze, 2013)…