“Demasiado cerca”, doncella fragmentada

A veces pequeñas películas de temáticas arriesgadas, ajenas a los intereses generales de la industria del entretenimiento, parecen destinadas al silencio mediático. Son obras que necesitan del boca a boca y de la retroalimentación positiva de la crítica especializada y de los festivales de cine para conquistar su visibilidad. Una de ellas, entre tantas otras, es la extraña e interesantísima Demasiado Cerca (Tesnota), ópera prima del director ruso Kantemir Balagov, que compitió en la sección Una cierta mirada del último Festival de Cannes, donde recibió el premio FIPRESCI. Una película que no está entre las grandes obras del año, y que tal vez no enamore por completo a nadie, pero que resulta interesante por su singularidad, desafiando convencionalismos y esquemas narrativos genéricos preestablecidos: cada vez que queremos predecir su desarrollo, somos sorprendidos.

Un artículo de Néstor Juez Rojo

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